Cómo funciona la nicotina en tu cerebro
Cuando inhalás nicotina, llega a tu cerebro en menos de 10 segundos. Una vez ahí, se une a receptores nicotínicos de acetilcolina, provocando la liberación de dopamina - el neurotransmisor del placer.
Esta descarga de dopamina es lo que genera la sensación placentera y de alivio. Tu cerebro asocia rápidamente el acto de fumar/vapear con esta recompensa química.
Por qué es tan adictiva
La nicotina es particularmente adictiva por tres razones:
1. Velocidad de acción
Actúa casi instantáneamente, creando una asociación inmediata entre la acción y la recompensa.
2. Ciclo de abstinencia corto
Los niveles de nicotina en sangre caen rápidamente (vida media de 2 horas), lo que genera ganas de volver a consumir.
3. Adaptación cerebral
Con el tiempo, tu cerebro aumenta el número de receptores nicotínicos, necesitando más nicotina para lograr el mismo efecto (tolerancia).
Qué sucede cuando dejás
Al dejar la nicotina bruscamente, tu cerebro - que se acostumbró a recibir dopamina externa - entra en déficit. Esto causa:
- •Irritabilidad y ansiedad
- •Dificultad para concentrarse
- •Insomnio
- •Aumento del apetito
- •Deseo intenso (craving)
Por qué la reducción gradual funciona neurológicamente
Al reducir gradualmente, le das tiempo a tu cerebro para:
1. Reajustar los receptores:
El número de receptores nicotínicos va disminuyendo naturalmente.
2. Recuperar producción natural de dopamina:
Tu cerebro aprende a generar dopamina sin nicotina externa.
3. Crear nuevas asociaciones:
Desarrollás otros mecanismos de manejo del estrés.
Este proceso toma tiempo, pero es mucho más sostenible que el shock del abandono total.
